¿Otra vez sopa? - Julio Aguirre Latienza

 

El país debe enfrentar en Octubre elecciones de medio término. Implica ello una renovación parcial de Diputados y Senadores.
 
Existe la posibilidad que el kirchnerismo gobernante pierda el control de ambas cámaras o al menos en Diputados ¿Pero a manos de quién? ¿De la alianza Cambiemita del PRO y la UCR? ¿Sería esto un cambio real o seguiría la misma agenda que ha conducido a nuestra Patria al abismo?
 
En lo sustancial la “oposición Cambiemita” le ha votado al oficialismo la totalidad de las leyes que el gobierno quería, empezando por la Ley de Presupuesto y siguiendo por la genocida e inconstitucional legalización del aborto. También le ha consentido proseguir con el endeudamiento externo con el FMI y el desguace de todo nuestro paupérrimo sistema de Defensa.
 
La impunidad, tanto para kirchneristas o cambiemitas sigue al tope, más allá de la pirotecnia verbal. En los hechos: nada.
 
Un país saqueado, con el 60 % de su población en la pobreza, con los casinos y cárceles abiertas y las fábricas y escuelas cerradas, con una inseguridad creciente, con récord mundial de inflación, con jubilaciones al nivel de Haití o salarios básicos similares a Kenia; dónde la política que se les ocurre es gravar las exportaciones -tal cual, penalizar al que exporta- en este caso al campo, no tiene mucho futuro.
 
La coalición gobernante (Partido Justicialista, Frente para la Victoria, Partido Comunista (3), Partido Socialista, Nuevo Encuentro, Libres del Sur, etc.) que gira bajo el nombre de fantasía de Frente de Todos, es una mafia que busca recrear la agenda del Grupo de Puebla como heredero del Foro de San Pablo.
 
En rigor de verdad, el gobierno de los Fernández y los Máximo, Massa, Kicillof, Magario, tiene un solo proyecto, asegurar su impunidad de gestiones anteriores. Recuerden los megahoteles colombianos en Nordelta de Massa o los negocios de Malena Galmarini con Mr. Cloro,  Mauricio Filiberti, en AySA.
 
El secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz,  tenía en vida adquiridos durante su función más de 60 propiedades en Estados Unidos; el secretario de Cristina Fernández de Kirchner, Fabian Gutiérrez, recientemente asesinado en Santa Cruz dónde gobierna su cuñada Alicia Kirchner, tenía alrededor de 40 propiedades; el zar de la obra pública kirchnerista Lázaro Báez, acumuló cientos de estancias en la Patagonia, por dar algunos ejemplos. Una grosería nunca vista antes en nuestra historia.
 
Hemos asistido al inaudito espectáculo de ver a un Secretario de Estado llevando de madrugada 9 millones de dólares a esconder en un extraño convento de General Rodríguez que el obispo “desconocía” y que en los hechos conducía una falsa monja con pasado tupamaro o ver la filmación del hijo de Lázaro Báez contando con máquinas millones de dólares en La Rosadita para sociedades offshore de Panamá.
 
Extraños viajes del avión presidencial con la presidente a bordo, con escala en la islas Seychelles “para que el piloto descanse”, todo después de la muerte del jefe mafioso Néstor Kirchner.
 
Y nadie da ninguna explicación.
 
La pandemia ha resultado el plan y el coordinador es el agente de inteligencia británica (MI6) Horacio Verbitsky, quien en el año 2005 pactó con el hampón mencionado la hoja de ruta mundialista para el país. Impunidad a cambio de sumisión. Ver http://www.saij.gob.ar/legislación/decreto-nacional-1086-2005-aprobacion_documento-hacia-un.htm?12
 
Verbitsky, directivo de Human Rights Watch, impone la agenda del gabinete desde su publicación El Cohete a la Luna con profusa pauta oficial (Coima). Al punto que impuso sus secuaces  en la Agencia Federal de Inteligencia (Cristina Caamaño); en el Ministerio de Seguridad (Sabrina Frederic); en el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad (Teresa Gómez Alcorta) o en Salud (Ginés González García).
 
Si alguien quiere conocer el plan de gobierno pactado entre Kirchner y Verbitsky, sólo basta leer ese decreto 1086 del año 2005 y en especial su profuso Anexo, donde se cuenta paso por paso todo lo que ha sucedido y todo lo que va a suceder.
 
Algo que Alberto Fernández se encargó de asegurar, recién elegido, a Rebeca Grynspan en España, encargada del ala socialdemócrata del globalismo, conversado antes en Nueva York en el año 2014 entre Cristina Fernández de Kirchner y George Soros.
 
Esta mafia cuenta con el apoyo del Estado ya que gobierna con una serie de gánsteres que le hacen prensa como el estafador serial Cristóbal López titular del grupo Indalo  (C5N, Oil Combustibles, Radio 10, FM Vale, FM Mega, FM Pop, Radio One) dueño de casinos y medios que operan como soporte publicitario para el hampa progre que desgobierna.
 
Por otro lado, los cambiemitas con Macri, Bullrich, Losteau, Pichetto, Rodriguez Larreta, Mario Negri, dependen de dos “armadores” encargados de las listas de candidatos.
 
Hablamos de dos fuerzas o corrientes políticas internas, donde sus simpatizantes no deciden nada.
 
Una es la corriente que impulsa el hombre de confianza de la embajada estadounidense Enrique “Coti” Nosiglia, ex ministro del Interior de Ricardo Alfonsín, operador que en la trastienda de la política se ha hecho rico.
 
Implicado en el ataque al regimiento de La Tablada para culpar al sector carapintada y depurar al Ejército de integrantes no alfonsinistas, en un típico operativo de la CIA, el cual fue desbaratado por el accionar de la policía de la Provincia de Buenos Aires. Su favorito hoy es Losteau.
 
Dueño del hotel Elevage en el centro de Buenos Aires, accionista del Sanatorio Güemes con el gremialista Luis Barrionuevo dueño del casino y hotel El Sasso en Mar del Plata, proveedor del PAMI, con propiedades en Misiones, Punta del este, Capital Federal y con tiempo para acomodar a su hijo como legislador de la ciudad por Cambiemos.
 
El otro, es Daniel Angelici, presidente de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos y ex presidente de Boca Juniors en representación de Mauricio Macri. Su especialidad es Comodoro Py y ser proveedor del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
 
Ambos son los encargados de cubrir los negocios del macrismo como el Correo, los parques eólicos, el superendeudamiento externo, las autopistas aumentadas antes de su venta para mejorar su rentablidad y precio hasta, vaya casualidad, los depósitos en sociedades panameñas y las leyes modificadas por decreto como la del blanqueo de capitales para favorecer a su propio grupo familiar o el uso del Fondo de Sustentabilidad de los Jubilados para timbas financieras del socio de Macri, Nicolás Caputo.
 
Ni hablar de IECSA, del primo de Macri, Angelo Calcaterra, uno de los grandes beneficiarios de la obra pública kirchnerista. Al punto que la brasileña Odebrecht, la empresa con la que debía hacer el soterramiento del Sarmiento, resultó la Argentina uno de los pocos países del mundo que no le aceptó -durante el gobierno de Mauricio Macri- que revelara a quienes había pagado coimas en el país.
 
Está demostrado que Cambiemos recibió dinero espurio de empresas que financiaron su campaña, como los dólares que recibió para su campaña del Laboratorio Beta que administraba el vicepresidente de Boca, Gregorio “Goyo” Zidar para legalizar el misoprostol bajo el nombre de Misop 200,  para hacer abortos clandestinos luego de perder en el Senado el macriradicalismo su legalización en el 2018.
 
Los candidatos estrellas que los armadores miran son Martin Losteau, Patricia Bullrich y Horacio Rodriguez Larreta. Algo que incomoda a la masonería radical de los Mario Negri y Gerardo Morales. Este último tiene la plantación de marihuana -medicinal por supuesto- más grande de Sudamérica, la cual la administra su hijo.
 
Su soporte publicitario es el grupo Clarin (TN, Canal 13, Radio Mitre, Clarin, Olé, Viva, Cablevisión) cuyos verdaderos dueños son Goldman Sachs y el Fondo de Inversión Black Rock y el grupo La Nación, socia también de Clarin,  con aportes de la Suiza Fundación Avina.
 
Clarín realiza sus asambleas anuales en Nueva York y tiene radicado parte de su patrimonio en sociedades ubicadas en Nueva Zelanda y en el paraíso fiscal yanqui de Delaware.
 
La agenda es la misma del decreto 1086 del 2005 pero se presentan con otros modales. Más que Horacio Verbitsky el estilo sería para Santiago Kovadloff o Daniel Sabsay como voceros organizadores
 
Con este somero panorama, nos toca lidiar a los argentinos y así nos dejaron ambas pandillas. Desolación, miseria, aborto, endeudamiento, negociados, inflación, desocupación y ellos millonarios.
 
Esperemos que nuestro pueblo sepa salir de la encerrona y no siga cambiando de collar para seguir siendo perro.
 
Sinceramente, no hay salida eligiendo cualquiera de estas dos mafias.





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